Washington, 23 ago (Prensa Latina) Con un llamado a dejar atrás las divisiones y amarguras del pasado, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, aceptó hoy formalmente la nominación del Partido Demócrata para la candidatura presidencial en 2024.
Ante un atestado United Center, en la ciudad de Chicago, Harris clausuró la Convención Nacional Demócrata con un discurso que es, quizás, el más importante de su carrera política.
Ovacionada por varios minutos, la candidata dijo «muy bien, empecemos a trabajar», la candidata arrancó sus palabras con un reconocimiento a la trayectoria política de Joe Biden, quien el pasado 21 de julio renunció a la elección y la apoyó a ella.
Harris se convierte de esta manera en la primera mujer con raíces de la India y de Jamaica en lograr la nominación por uno de los dos partidos tradicionales de Estados Unidos, que cada cuatro años se alternan las llaves de la Casa Blanca.
La candidata presentó una agenda clara con una propuesta que pretende unidad en medio de la fuerte polarización política que vive el país y no rehuyó temas polémicos como la economía, la migración, la política exterior, el conflicto en Ucrania y la agresión de Israel contra los palestinos en Gaza.
Aunque reiteró que apoya a Tel Aviv abogó por un acuerdo de cese el fuego, dijo que debe parar el sufrimiento y en un momento se refirió a que los palestinos puedan reclamar sus derechos a la libertad, a la seguridad y a la autodeterminación.
«Ahora es el momento del convenio del cese el fuego», enfatizó Harris, quien comentó que en ello viene trabajando con el presidente Biden.
En más de 40 minutos de discurso hizo un recorrido de su historia personal y expresó que se sentía orgullosa de sus raíces de inmigrantes.
En lo profesional afirmó: «Defendí a mujeres y niñas, me enfrenté a especuladores de bancos, defendí ancianos que sufrían maltratos, luché contra las mafias organizadas».
Me subestimaron en cada una de las veces, pero nunca claudiqué y esa es la lucha a la que nos enfrentamos en este momento, advirtió.
Harris destacó que la próxima elección «no es solamente un de las más importantes de nuestras vidas, es una de las más importantes en la historia de nuestra nación».
Por eso reiteró que de muchas maneras «Donald Trump no es una persona seria» y las consecuencias de colocarlo en la Casa Blanca podrían ser muy peligrosas, apuntó.
Insistió en los riesgos del proyecto 2025, el manual conservador para un eventual futuro gobierno e Trump, y mencionó el caos de su administración, así como «el montón de delitos» por los que fue acusado y hallado culpable.
Consideren lo que intentará Trump si le damos el poder de nuevo, subrayó Harris. Durante cuatro días, del 19-22 de agosto, desfilaron por el escenario del United Center, de oradores desde dos expresidentes, una excandidata presidencial y una exprimera dama hasta republicanos decididos a votar por Harris para evitar la posibilidad de regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
La reunión con todo el arsenal de esa fuerza política y sus principales figuras comenzó el lunes con la presentación del presidente Biden en una alocución muy ovacionada, en la que pasó la antorcha a Harris, como relevo generacional.
El gobernador de Minnesota, Tim Walz, dijo en su discurso el miércoles: «Es el honor de mi vida aceptar vuestra nominación para la vicepresidencia de Estados Unidos».
También agradeció a la vicepresidenta Kamala Harris por invitarlo a ser parte del binomio que enfrentará en noviembre a Trump y a su compañero de fórmula, JD Vance.
Simultáneamente se produjeron manifestaciones en las calles de Chicago contra la guerra de Israel en Gaza, pero convergieron cientos de representantes de diversas organizaciones y movimientos sociales con sus respectivas demandas.
Fue así como las protestas incluyeron además peticiones relacionadas con los derechos reproductivos y de la diversidad sexual, la lucha climática y el levantamiento de sanciones y bloqueos a países como Cuba.
La entrada de Harris en la contienda a la salida de Biden de su carrera por un segundo mandato dio un vuelco total a la campaña electoral.
El senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, advirtió en un programa de NBC News que «el provocador, el showman, puede no ganar estas elecciones», refiriéndose al expresidente Trump.